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viernes, 18 de abril de 2014

El Yó, el otro Yó, el súper Yó y el síndrome de la suricata.

TRICEFALOMANÍA
Algunos demonios nos llegaron en un caballo troyano desviado por equivocación hacia ciudad Frontera, entre estos uno escapado de un tubo de ensayo del laboratorio mental de Freud. En otras palabras " El síndrome de la suricata" que actúa sobre la humanidad con sevicia implacable e impredecible.
 Este síndrome se introduce en las feromomas femeninas y las subyuga en un trance hipnótico donde por décadas la reproducción se siente como un apetito espiritual difícil de neutralizar. Entonces este síndrome pertenece al terreno de los demonios que ahora habitan de manera clandestina al otro lado del valle del amor.  Con una terapia antifreudiana se podría intentar domar y hacerlo (al síndrome de la suricata) rubricar una tregua racional y definitiva.

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